n ciudadano tunecino mató a puñaladas este viernes a una funcionaria de policía al grito de “Alá es grande”, antes de ser abatido, en la comisaría de Rambouillet, al suroeste de París, y por el cual se abrió una investigación por terrorismo.
El ataque en Rambouillet, una acomodada y habitualmente pacífica ciudad a unos 60 kilómetros de París, volvió a encender las alarmas en un país golpeado regularmente por atentados islamistas. El presidente Emmanuel Macron dijo que Francia no cederá ante el “terrorismo islamista”.

“No cederemos en la lucha contra el terrorismo islamista”, dijo Macron en un mensaje publicado en Twitter.
El ataque tuvo lugar hacia las 14:20 (12:20 GMT) en la entrada de la comisaría de esta ciudad de 26.000 habitantes, indicaron a la agencia de noticias AFP fuentes policiales.
Según los primeros elementos de la investigación, la funcionaria administrativa, de 49 años, fue acuchillada dos veces en la garganta cuando regresaba de su hora de almuerzo
La víctima, madre de dos niños, sufrió en un principio un paro cardíaco y falleció poco después, a pesar de la intervención de los socorristas.
Su agresor, de nacionalidad tunecina, la atacó al grito de “Alá es grande”, según una fuente cercana a la investigación. El hombre murió poco después abatido por otro agente, indicó una fuente policial.